El estilo pop art se dió sobre todo en Estados Unidos e Inglaterra en los años 50 y principios de los 60. Emplea imágenes atrevidas de la cultura popular en la que celebridades del cine y famosos acaparan la atención. Warhol y Lichtestein supieron plasmar estos elementos de la cultura de masas y crear este nuevo estilo. El color, la rebeldía y la originalidad son las características más importantes que encontramos en el estilo pop art. Todo el mundo conoce los cuadros de Coca-Cola, las latas de Campbell o al famoso Andy Warhol.
El color es clave en este estilo. Los colores llamativos y brillantes logran un ambiente desenfadado. Colores como el fucsia, el rosa, el naranja, el verde o el blanco le van genial a las paredes en este estilo. Las formas geométricas y las rayas de colores son una buena opción. Como materiales el plástico se adapta perfectamente al estilo. Su flexibilidad y solidez así como coste lo convierten en el material preferido. Ejemplo de todo esto son las creaciones del estadounidense Charles Eames, caracterizándose sus muebles por colores vivos y y líneas definidas.