Primero la línea azul, luego aparece la línea gris superponiéndose a la azul y por fin la amarilla. Es un mueble, pero podría ser una escultura en la que hemos colocado libros y algunos objetos cotidianos.
Su funcionalidad es discutible pero es indudable que tiene un agradable impacto estético si lo colocamos en una sala amplia y despejada. Si queremos ver la tv deberíamos tener otra zona para colocarla. Sin duda una propuesta para el verano y para el mes de agosto alejado de toda racionalidad.